La importancia del patrimonio histórico en el desarrollo de las políticas municipales demanda una atención específica por medio de una comisión informativa de carácter monográfico, “una concejalía –subraya Callén– cuyos técnicos en gestión del patrimonio cultural e histórico tengan capacidad de actuación e independencia en la toma de decisiones, si bien en coordinación con los servicios de Urbanismo y Cultura”.
Igualmente, y en el contexto de la “insoslayable” participación ciudadana, Callén asegura que resultaría “enormemente beneficioso incorporar la opinión de entidades patrimonialistas y vecinales en los procesos valorativos y deliberativos ordinarios de la futura comisión de Patrimonio”.
El antiguo Seminario, un conjunto arquitectónico y monumental de primer orden “que es necesario preservar en su integridad”, asegura con rotundidad Callén, ha sido judicializado por la, según Cambiar, “incapacidad” de las administraciones para materializar una acción urbanística integral y desarrollar un programa activo de participación ciudadana. “El Seminario, el Círculo Católico o la antigua iglesia de Santa Rosa constituyen paradigmas de la inacción municipal y la dejación a lo largo de los años”.
Desde la formación insisten en que Huesca alberga un rico y variado patrimonio mueble e inmueble al que no se ha prestado la debida atención, con las consiguientes pérdidas de riqueza cultural y en muchos casos atractivo turístico. El Casco Antiguo es ejemplo notable de esta situación y constituirá uno de los ejes fundamentales de la acción política de Cambiar Huesca.
Edificios singulares en estado de ruina propiciando un aspecto de abandono que afea plazas históricas como la de San Pedro, solares con prospecciones arqueológicas sin completar y expuestas a la intemperie y la degradación en la calle Zarandia, Artigas o el secular problema de Casa Vilas, “señalan directamente al alcalde Luis Felipe por su falta de voluntad política en la aplicación de las leyes patrimoniales y urbanísticas”, sostiene Callén.
La alcaldable explica que el proyecto de patrimonio “no es un proyecto a corto plazo”, considerando las dimensiones del trabajo que es preciso acometer en el Casco Antiguo, así como también en los barrios de San Lorenzo y Santo Domingo y San Martín. “El patrimonio requiere de un plan director sectorizado que eche a andar en el mandato municipal que se inicia en 2023, pero que permanezca y se actualice a lo largo del tiempo necesario para devolver a la ciudad la riqueza monumental que Huesca nunca debió perder, al tiempo que se construye tejido social y se crea empleo de calidad”, concluye Callén
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